APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
El aparato reproductor
masculino es, junto con el femenino, el encargado de la reproducción, es decir,
la formación de nuevos individuos.
Los principales órganos
internos son los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes y las
glándulas accesorias. El pene, por su parte, es un órgano externo, junto con el
escroto, el saco que envuelve los testículos.
Los testículos producen
espermatozoides y liberan a la sangre hormonas sexuales masculinas
(testosterona). Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los
conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a
través del pene
Testículos
Son
los principales órganos del sistema reproductor masculino. Produce las células
espermáticas y las hormonas sexuales masculinas. Se encuentran alojados en el
escroto o saco escrotal que es un conjunto de envolturas que cubre y aloja a
los testículos en el varón.
Pene
El
pene está formado por el cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos, una de sus
funciones es la de depositar el esperma durante el coito vaginal en el aparato
reproductor femenino, mediante el orgasmo, y con ello lograr la fecundación del
óvulo.
Cuerpo
esponjoso
El
cuerpo esponjoso es la más pequeña de las tres columnas de tejido eréctil que
se encuentran en el interior del pene (las otras dos son los cuerpos
cavernosos). Está ubicado en la parte inferior del miembro viril. El glande es
la última porción y la parte más ancha del cuerpo esponjoso; presenta una forma
cónica.
Su
función es la de evitar que, durante la erección se comprima la uretra
(conducto por el cual son expulsados tanto el semen como la orina).
Cuerpo
cavernoso
Los
cuerpos cavernosos constituyen un par de columnas de tejido eréctil situadas en
la parte superior del pene, que se llenan de sangre durante las erecciones.
Epidídimo
Está
constituido por la reunión y apelotonamiento de los conductos seminíferos. Se
distingue una cabeza, cuerpo y cola que continúa con el conducto deferente.
Tiene aproximadamente 5 cm de longitud por 12 mm de ancho. Está presente en
todos los mamíferos machos.
Conducto
deferente
Los
conductos deferentes son un par de conductos rodeados de músculo liso, cada uno
de 30 cm de largo aproximadamente, que conectan el epidídimo con los conductos
eyaculatorios, intermediando el recorrido del semen entre éstos.
Durante
la eyaculación, el músculo liso de los conductos se contrae, impulsando el
semen hacia los conductos eyaculatorios y luego a la uretra, desde donde es
expulsado al exterior. La vasectomía es un método de anticoncepción en el cual
los conductos deferentes son cortados.
Vesículas
seminales
Secretan
un líquido alcalino viscoso que neutraliza el ambiente ácido de la uretra. En
condiciones normales el líquido contribuye alrededor del 60% del semen. Las
vesículas o glándulas seminales son unas glándulas productoras de
aproximadamente el 3% del volumen del líquido seminal situadas en la excavación
pélvica. Detrás de la vejiga urinaria, delante del recto e inmediatamente por
encima de la base de la próstata, con la que están unidas por su extremo
inferior.
Conducto
eyaculador
Los
conductos eyaculatorios constituyen parte de la anatomía masculina; cada varón
tiene dos de ellos. Comienzan al final de los vasos deferentes y terminan en la
uretra. Durante la eyaculación, el semen pasa a través de estos conductos y es
posteriormente expulsado del cuerpo a través del pene.
Próstata
La
próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario, exclusivo de los
hombres, con forma de castaña, localizada enfrente del recto, debajo y a la
salida de la vejiga urinaria. Contiene células que producen parte del líquido
seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
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